domingo, 12 de agosto de 2018

* Resucitó pos-parto

Todo parecía normal durante el embarazo, comenzando las contracciones a las 39 semanas, caminando por su propio pie, hasta el hospital y cuyo médico esperó, hasta que aumentaran y se rompiera la fuente, reflejando a " Melanie y Doug Pritchard ", en el embarazo de su segundo hijo, sin saber, que esta decisión, marcaría una gran diferencia.

Melanie, mareada y con nauseas, cayo desmayada, en este momento, es cuando las cosas, empezaron a ir mal, el ritmo cardíaco y la presión arterial, se deslomaron, de la misma manera que en el feto, con el agravante que ella, empezó a palidecer.

Declarándola " clínicamente muerta ", con su bebé, aun dentro de su cuerpo, decidieron practicarla una " cesárea de emergencia ", con el fin de salvar al bebé.

El marido, asustado y desesperado, imploró, orando a Dios, cuya oración:



" Señor, yo se que esto es más de lo que puedo soportar, lo que significa que Tú tienes un plan y un propósito para todo. Yo confio en ti, pero por favor, si es Tu voluntad, déjame abrazar a mi esposa de nuevo ".

Se puso en contacto con familiares y amigos, para que oraran por su esposa y su hija, mientras compartían, peticiones de oración, a través de las redes sociales, comenzando a subir, en popularidad, estando el matrimonio " Pritchard ", durante ese día, en los 100 temas más hablados, de " Google y Twitter y cuya aceptación, congregó a 150.000 personas, en apenas 15 horas.

Un equipo de médicos, afortunadamente, consiguió salvar al bebé, mientras que otra dotación, intentaba reanimar a Melanie y bautizando a su hija, con el nombre de " Gabriella, la heroína de Dios ".

Usando " desfibriladores ", cuatro veces y compresiones torácicas ininterrumpidas, sin éxito, a Melanie, se le consideró muerta 10 minutos, informando a la familia, que debían prepararse, para despedirse..., hasta que notaron un leve pulso.

Melanie tenía una embolia de líquido amniótico, escapando del útero y entrando en el torrente sanguíneo, cuando rompió, cuyo paro cardíaco, fue debido al coágulo que fue a su corazón, incluida una hemorragia interna, debido a la cesárea, comunicándole a Doug, la posibilidad de problemas neurológicos, para el resto de su vida, debido a los 10 minutos, de falta de oxígeno.



Doug, dirigiéndose a Melanie, postrada en la cama, donde la mantenían viva, debido a las máquinas, la tomó de la mano y le dijo:

" Te amo, siempre te amaré, nuestros hijos Brady y Gabriella, son maravillosos y te amo. Si tienes una chispita en ti, para seguir luchando, continúa, lucha.  pesar de mis esperanzas, prometemé, que seguirás a tu Ángel de la Guarda, a donde sea que te guíe. Donde el te guíe, será donde Dios te necesita ".

Empeoraron aun más las cosas, necesitó dos transfusiones de sangre y fue trasladada a otro hospital, durante una cesárea de emergencia, una arteria había sido cortada y las vena estaban obstruidas, debido a la sangre coagulada.

Esto requería, una cirugía aun más delicada, funcionando el corazón a un 5% de su capacidad, con un porcentaje de 55% 65% de capacidad de supervivencia, sin descontar que, debido a un paro cardíaco, sus pulmones fallaron, manteniéndola viva debido al respirador, que suministraba el 100%, de su respiración.

Durante la cirugía, los médicos, le mostraban una fotografía de Gabriella, comenzando a gritar y agitarse, desesperadamente, sedándola y enviándola a la sala de operaciones, aliciente para la familia, que les mantenía en constante oración.

La cirugía fue un éxito, sobreviviendo milagrosamente, personado el sacerdote que les casó, recordó el compromiso establecido, en el vínculo matrimonial: " Estar siempre, en el dolor, la alegría y la salud ".



Pasadas 24 horas, Melanie, le retiraron el respirador artificial, se valía por si misma y plenamente consciente, pidió ver a su marido e hija, cargando a su hija por primera vez, después de más de 48 horas de cesárea, conmocionando a todo el personal sanitario, la recuperación de Melanie.

Se recupero por completo, después de darle de alta en el hospital, a los seis días.

" Aunque no recuerdo este increíble evento en mi vida, agradezco estar viva y abrazar a mi esposo e hijos, todos los días", plasmó en su libro, escrito años después.

" Estoy agradecida, por cada " post ", puesto en Facebook, Twitter y los artículos que se han publicado en internet, en especial a los que oraban y compartían, con otros, para que oraran por mi. No hay palabras, para expresar mi gratitud, por la multitud de oraciones, que me cubrieron, durante este traumático evento. ¡ Estoy feliz de decir, que funcionaron !, gracias a las manos de médicos, enfermeras, donantes de sangre y un Dios misericordioso, Gabriella y yo, estamos vivas, saludables y recuperada por completo ", confirmaba agradecida.

No hay un día que pase, sin dar gracias al Señor, por haberme permitido sobrevivir, a algo, que pocos viven para contarlo. Doy gracias al Señor, por inspirarme a elegir, un hospital, que....., ¡¡ LUCHARA POR MI VIDA !!.







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